¡Hola a todos! ¡Bienvenidos a un nuevo post! Hoy os vengo a hablar de un asuntito que no requiere presentación (pues todos somos más conscientes del COVID-19 de lo que nos gustaría) pero que me parece, como estudiante de último curso de psicología, algo de vital importancia: ¿cómo podemos sobrellevar la cuarentena? Pues bien, este post va dirigido a proporcionar conductas para todos los perfiles que se me ocurran de personas que están en cuarentena.
No todos tenemos las mismas necesidades y a veces resulta difícil darse cuenta de las de los demás, especialmente si no son análogas a las nuestras, así que haré un esfuerzo y trataré de hacer este post lo más completo posible. Sin embargo, por favor, si se os ocurren más conductas o perfiles de personas con necesidades que aquí no estén incluidas, ¡escribidlo en los comentarios o mandadme vuestras ideas para que pueda actualizar el post! Dicho esto, no me enrollo más y ¡vamos al lío!
Enlaces importantes por si necesitamos información (haz click en el que te interese):
* Si tienes algún problema de salud o de otro tipo, pero no puedes salir de casa o no quieres saturar las líneas telefónicas de información, puedes encontrar asistencia voluntaria en la red. Si buscas en Twitter "¡Hola! Soy" encontrarás a mucha gente ofreciendo sus servicios (acordes a su profesión) para aquellas personas que necesiten consultar dudas. ¡Haz click aquí!
Conductas para mejorar nuestra rutina según características personales (son ideas que, desde mi perspectiva, pueden resultar útiles, pero no implica que todas os funcionen a todos):
- Personas víctimas de violencia doméstica encerradas con su agresor: Tfno. de atención y ayuda a la mujer maltratada (tfno. gratuito, llama si sufres violencia de género y estás en cuarentena): 900 100 009 // Tfno. nacional de atención a la violencia de género: 016 // Tfno. para personas con discapacidad auditiva y/o del habla: 900 116 016 // ¡¡Recordad!! Si no podéis hablar claramente, fingid que estáis llamando a otro número. Son teléfonos especializados en este tipo de situaciones y vuestro interlocutor se esforzará por comprender la información que le deis, incluso si está camuflada. Podéis fingir que llamáis a algún familiar, a vuestro trabajo, al médico... Si necesitas más información, pincha aquí.
- Padres y madres que tengan que trabajar desde casa y atender a sus hijos: los niños pequeños parecen ser una fuente inagotable de energía y pasar 24 horas juntos en casa, sin la posibilidad de salir a la calle a que hagan ejercicio, pueden ser extenuante. Ideas: hacer manualidades (dibujar, cortar letreros de revistas y realizar un collage, pintar cuadernillos que tengan siluetas para colorear, hacer botellas sensoriales / atrapa-sueños / pulseras y collares...), implicar a los niños en tareas domésticas acordes a su edad mediante el juego simbólico (bajo la supervisión de un adulto, pueden realizarse sin problema y de manera segura; por ejemplo: pasar la escoba o la fregona, limpiar los espejos, preparar algunos tipos de comida...), preparar el salón como un cine y ver películas, unirse al festival #YoMeQuedoEnCasa (una iniciativa de diversos artistas para amenizar estos días de cuarentena; a través de sus redes, realizan conciertos acústicos desde sus casas).
- Personas con distimia o depresión: salir a la calle es algo que se está echando en falta más que nunca y pasar tanto tiempo en casa puede hacerse tedioso, especialmente si no hay muy buenos vínculos afectivos con la gente con la que compartimos espacio. Ideas: el otro día vi en twitter una técnica para evitar la autolesión que me pareció muy buena: apretar un cubito de hielo con la mano (por favor, cubridlo de papel u otro material para no dañar la piel), escribir lo que sintamos cuando necesitemos desahogarnos y no haya nadie cerca con quien hacerlo (en estos casos, creo que escribir a mano puede ayudar más que a ordenador, pero si no temes que alguien pueda leer lo que has escrito, word siempre es una buena opción, pues te permite borrar todo después), ordenar y limpiar la habitación en la que estemos y abrir las ventanas para ventilar todos los días, tomar el sol (o por lo menos el aire) junto a la ventana, hacer manualidades o recuperar algún videojuego que hace tiempo que no utilizamos (en caso de que los pensamientos negativos y la rumia sean excesivos puede resultar adaptativo, pero como sabréis, las conductas evitativas deben ser retiradas de nuestro repertorio cuanto antes, así que si podéis contactar con vuestro psicólogo en estos momentos, mejor que mejor para evitar la rumia).
- Personas con trastorno de la alimentación: estar encerrados en casa con tanta comida y sin posibilidad casi de salir de casa es algo agobiante cuanto menos y es fundamental no soltar el timón y actuar de manera adecuada respecto a nuestra alimentación. Ideas: crear menús semanales en los que se incluyan comidas que aporten todos los nutrientes que necesitamos (y si es necesario, premiarse por cumplirlos: "si esta semana cumplo el menú, cuando acábela cuarentena me compro ese libro que me gusta tanto"), ver películas no relacionadas con TCA ni en las que aparezca un exceso de comida (a veces necesitamos desconectar y ver este tipo de escenas pueden contribuir a que quien aún no se haya recuperado del todo de su TCA vuelva a recaer), escribir (a mano o en word) lo que sintamos en caso de desborde emocional o excesiva ansiedad respecto a la comida, contactar con nuestro psicólogo (si es posible) en caso de que la problemática se acreciente y no podamos gestionarla, hacer manualidades o jugar a algún videojuego que tengamos abandonado / que nos guste.
- Personas de edad avanzada: la vulnerabilidad en esta edad es aún más notable y es importante mantener la calma y hacer lo posible por incrementar nuestro bienestar. Ideas: tratar de tomar el sol (o al menos el aire) todos los días junto a la ventana, hacer ejercicios para no perder la forma física (existen totorales en internet que pueden hacer de guía), escuchar música (las canciones que recuerdan a la juventud suelen generar bienestar y emociones agradables), llamar por teléfono a los amigos con los que nos solemos reunir para mantener el contacto (aunque sea a distancia), tratar de no pasar todo el día con la misma ropa (asearnos en la medida en que podamos y ponernos ropa diferente al pijama nos ayuda a activarnos), ver películas (el cine siempre ha sido una buena técnica de distracción y en este caso, aquellas que muestren mucho paisaje pueden ayudarnos a sentirnos mejor).
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